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domingo, 19 de septiembre de 2010

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martes, 27 de abril de 2010

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Con la preparacion del Banco de Preguntas de Hajo ediciones tu ingreso esta asegurado a la Universidad Nacional Pedro Ruiz Gallo.
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domingo, 4 de abril de 2010

sábado, 20 de marzo de 2010

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Literatura Universal http://www.damisela.com/literatura/universal/index.htm
La Literatura Universal es el estudio de las culturas y el arte de redacción de éstas. Según las civilizaciones se han desarrollado, sus sistemas de comunicación escrita y oral han florecido. En muchos casos alcanzando técnicas mucho más avanzadas de la simple necesidad de trasmitir información. El idioma de por sí convirtiéndose en medio de unificación al narrar los actos heroicos, las leyendas y tradiciones de los pueblos. Logrando su máxima expresión al cantar la belleza de la lengua y los sentimientos de quien la canta.Se incluye todas las épocas, países, estilos e idiomas en que el ser humano, por el momento, haya expuesto sus pensamientos al prójimo usando el idioma como vehículo. Siempre que se emplea el idioma, algo de arte le acompaña. Y si el habla es arte, es literatura.Por el momento nos limitamos a la literatura en alguna forma de escritura, tal vez algún día podamos ir más allá. Por falta de tiempo, espacio y conocimientos empezamos con una minúscula sección de esta amplia tarea. Desafortunadamente tenemos que limitarnos a las obras más leídas de los autores más reconocidos.
La literatura la separamos en culturas para facilitar su estudio.
La Literatura Hindú
La Literatura Occidental
La Literatura Oriental
Gracias a los avances sociales y arqueológicos se están empezando a detallar culturas o bien ignoradas o bien desconocidas. Muchas de estas culturas dejaron rastros de su existencia, constancias escritas que aun se tratan de descifrar. Los egipcios son el mejor ejemplo pero abundan muchas en todos los continentes que proveerían nuevas secciones a la Literatura Universal. El efecto que nosotros no la comprendamos aun no quiere decir que no poseen grandes enseñanzas. Por esos errores ya pasamos.

martes, 16 de marzo de 2010

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LA LITERATURA LATINA
El Imperio Romano avasallaría las civilizaciones circundantes: Grecia y Egipto. No obstante supo entender la gran importancia de estos pueblos. Especialmente el griego, por lo que habría de emularlo en todas sus actividades culturales, incluyendo las religiosas. Roma no fue vencedor sino el vencido, culturalmente hablando. El pueblo latino es un pueblo a todas luces helenizado. Sus autores imitan a los autores griegos, sus escultores imitan a los escultores griegos. Sólo en la pintura y en la arquitectura (de tipo monumental, la cual expresaría sus ansias de dominio y poder absoluto) habrían de ser completamente originales, y por supuesto en la creación del Derecho Romano.
El teatro latino: Si bien el teatro latino continua la tradición helénica, siendo muchas de sus obras adaptaciones de las obras griegas, no obstante en Italia ya existía una antigua tradición teatral que venía de la región de Atella, en Campania. Estas obras se conocen con el nombre de atelanas, y sus personajes eran estereotipados y grotescos: el glotón, el fanfarrón, el jorobado… Las atelanas serán fundamentales para la creación, siglos más tarde de la Commedia dell’arte italiana. Género teatral que tendría gran auge en Europa, sobre todo en Francia.
En la comedia antigua se destaca Tito Macio Plauto.
Plauto: Este comediógrafo era un cómico vagabundo, poseedor de una amplia y sólida cultura. Es una de las principales figuras de la literatura universal. Su fuente literaria la encuentra en asuntos griegos, pero les imprime su sello personal. Utiliza lo que se conoce como "contaminación": Parte de la Nueva Comedia griega, pero indagando en las obras de los autores menos conocidos, indaga en las costumbres del pueblo romano y hecha mano de las atelanas. El resultado es una obra de gran originalidad, reflejo de su sólida formación teatral. Dentro de sus obras se encuentran, entre otras, Las Tres Monedas, El Mercader, Las Baquis.
Su obra maestra lleva el nombre de Anfitrión, comedia que parte de la mitología, pero desacralizándola, el mito se convierte en farsa y la comicidad lo inunda despojando a sus personajes de su naturaleza divina, ya que ellos se convierten en seres humanos comunes y corrientes. La irreverencia es su nota más característica.
La época de la República:
En el siglo I a.C. aparecen dos figuras relevantes: Lucrecio, Catulo y Cicerón.
Lucrecio: Este excelso poeta sufrió de problemas mentales, y en sus épocas de cordura escribiría De la naturaleza. A su muerte la obra no había sido aún revisada ni corregida, y según parece sería Cicerón quien se daría a la tarea de rescatarlo y pulirlo. Lucrecio considera a la literatura como un recurso engañador, un halago para atraer al lector, y así poder imponerle lo que él desea: Sus ideas científicas y filosóficas. Pero el artificio que pudo haber degenerado en una mala literatura dio origen a una pluma vigorosa y ágil, con una brillante interpretación poética.
Cátulo: Su naturaleza libertina marcaría por completo su obra literaria, en ella refleja todos los vicios y pasiones de la sociedad romana. En el fondo su obra no es otra cosa que un diario íntimo de un joven rico y culto, que se lanza al cultivo de las más bajas pasiones y costumbres.
Cicerón: Poseedor de una aguda inteligencia, de una sapiencia a toda prueba, este insigne escritor sigue aún tan vigente como lo era hace 20 siglos. Incursionó en la poesía y en la prosa, también lo hizo en la política y en la filosofía.
A él se debe la depuración de la lengua latina, puesto que le imprimió la capacidad de la argumentación filosófica. Sus tratados, como los de Platón, son en forma dialogada, entre ellos se destacan: Las Tusculanas y los breves tratados sobre la Amistad y la Vejez. Su profesión de orador lo llevó a escribir obras de retórica: Del Orador, De la Invención, Brutus. Incursionó también en el género epistolar, y como su intención era escribir sólo a sus amigos o a su esposa, sus cartas revelan sus más íntimos deseos, sus angustias y sus alegrías, su intimidad carece de maquillaje y nos muestra a un Cicerón limpio, auténtico y humano.
La Época Imperial:
Virgilio: Su obra, conocida como Bucólicas, pertenece al género pastoril. Detrás de sus pastores se esconden personajes cultos. Que hastiados de la vida desean emigrar a la Arcadia, lugar paradisíaco, donde la disertación filosófica y el gusto por las bellas artes, son el deseo de estas mentes más acuciosas. En Las Eglogas describe un paisaje irreal, poco o nada tiene que ver con la campiña italiana, ni con los campesinos o pastores que él había conocido en su infancia. El lenguaje es artificioso, rebuscado, lejos del lenguaje utilizado comúnmente por los pastores tradicionales; pero impregnado de una alta calidad poética.
Pero su gran aporte a la literatura se encuentra en La Eneida, con la cual se vincula a la tradición homérica. En este extenso poema habla del personaje mítico Eneas y del pasado mitológico latino. Esta epopeya muestra a una Roma poética y trascendental, donde su magnífico pasado se une al presente y al futuro.
Virgilio es consciente que en su obra desfigura la historia, para darle más importancia al aspecto meramente poético y simbólico de la mitología. Si bien emula a Homero, su obra es ante todo una obra humana, no divina. La Envidia es una obra que exalta el sentimiento patriótico y religioso.
Horacio: Este gran poeta hace de la cotidianidad un canto, una oda excelsa. Lo cotidiano se convierte en un canto lírico, provisto de la más exquisita belleza. Sus versos han sido considerados como uno de los más hermosos, no sólo de la literatura latina, sino de todos los tiempos. Después de sus Odas, el poeta retoma un estilo que había cultivado anteriormente: la sátira. Escribe Arte Poética, un texto fundamental para la formación de los escritores; en cuanto que su conocimiento y lectura es fundamental para la comprensión de la mentalidad clásica frente a la literatura.
Ovidio: La sociedad libertina de su época habría de verse reflejada en su obra El Arte de Amar, reflexiones en torno al amor, a la seducción y al erotismo. Este libro habría de ser uno de los pilares de la búsqueda literaria del medioevo. Autores, como María de Francia o Chrétien de Troyes, los leerían e incluso los traducirían. Esta obra sería fundamental para los siglos venideros, establecería un canon a seguir y una fuente inagotable para pintar las pasiones de hombres y mujeres.
Séneca: Contrariamente a Ovidio, Séneca (de origen español) se destaca por profesar la virtud y es un estoico consumado. Su elevada actitud moral le valdría un destacado lugar en la Edad Media, donde se le equiparó, incluso, al Apóstol Pablo. El cristianismo habría de tener en él a una de sus principales figuras. Séneca, además de la prosa moral, cultivó el género de la tragedia. Sus obras son las únicas que se conservan actualmente. Su estilo era un realismo desmesurado, realismo que resalta aún más por el lenguaje retórico empleado por sus personajes.
Sus obras fueron escritas para ser leídas, no para ser representadas; es muy posible que esta característica sea una de las causas por la cual pudieron haber sido conservadas. Esto sumado a la reverencia que se le rindió en el medioevo, siendo traducido por los monjes, en una labor encomiable y definitiva para la preservación de sus manuscritos.
LA LITERATURA EN EL CRISTIANISMO:
Para el año 313 de nuestra era, el cristianismo ya se había afianzado definitivamente en el pueblo. Constantino lo reconoce oficialmente por Decreto convirtiéndose en la religión oficial del Imperio. Esto suponía un cambio radical en el pensamiento religioso, puesto que hasta ese momento la única religión monoteísta había sido la hebrea. Las religiones antiguas pasan a ser consideradas creencias paganas, pero el latín sería durante muchos siglos la lengua culta. Es decir el latín serviría como vehículo de comunicación entre los pueblos, pero sobre todo sería la lengua que los eruditos emplearían para discernir y escribir; lo cual sería fundamental para la propagación del cristianismo. Las letras van a servir como medio para dar a conocer El Nuevo Testamento, inicialmente escrito en su totalidad en griego, a excepción del Evangelio de San Mateo, cuyo original había sido escrito en arameo, habiéndose perdido posteriormente.
Luego reencuentran los Padres Apostólicos, como San Ignacio de Antioquia. La Iglesia Griega contaría con un gran erudito conocido como Clemente de Alejandría, quien tenía una posición adversa frente a los mitos y leyendas, sin embargo los conocía muy bien e incluso dejaría notas y fragmentos relativos a la literatura que decía no apreciar. La literatura, junto con la pintura y la arquitectura, representa el más valioso de los instrumentos de la obra educativa que comienza a realizar la Iglesia Cristiana. La finalidad de educación moral es el rasgo más relevante de la concepción cristiana del arte y de las letras.
Para el siglo V el Cristianismo ya no tenía detractores y su afianzamiento era un hecho consumado; por lo tanto la literatura ya no tiene la necesidad de cumplir con esa función propagandística de los primeros tiempos. Por lo que va adornándose cada vez más, su lenguaje se hace más retórico. Se cultiva el dogmatismo, la moral y el ascetismo.
De las bacanales romanas se ha pasado a una época donde el espiritualismo fue la base de toda normatividad. El medioevo es una época teocéntrica por excelencia y nada que esté por fuera de la nueva religión tiene cabida. Dentro de esta nueva comunidad surge una figura esencial para el cristianismo: San Agustín.
San Agustín: Es considerado como uno de los hombres más importantes que han surgido en toda la historia de la humanidad. Sus obras abarcan todos los problemas de la fe católica y lo convierten en uno de sus principales pensadores. Sus Confesiones no sólo relatan los pensamientos de un alma dolorida sino que están revestidas de un lenguaje altamente poético e inteligente.
Su prosa está exenta de vanos orgullos y con mucha frecuencia es bastante coloquial. Característica que dista mucho de los pensadores clásicos quienes encontraban en la retórica una única forma de expresar sus pensamientos. El mismo San Agustín se preguntaba: "¿Qué libro hay de los míos que sea más frecuentemente y con más deleite leído que el de mis Confesiones?" Estas palabras siguen tan vigentes como lo fueron hace más de 1500 años. Por otra parte este santo había conocido y experimentado la vanidad del mundo, hasta el punto de haber tenido una amante por largos años. San Agustín tendrá posteriormente una influencia decisiva en Petrarca y en el Humanismo europeo.
LA LITERATURA EN EL MEDIOEVO:
En la Alta Edad Media suceden dos acontecimientos que van a ser definitivos en los siglos venideros. El papel de los monasterios, especialmente los irlandeses, y la política educativa que impone Carlomagno. Los monasterios habían jugado un rol preponderante en la trascripción y traducción de textos antiguos y en el establecimiento de bibliotecas; ya que las bibliotecas antiguas como la de Alejandría y la de Efesos habían desaparecido. Pero sobre este tema hablaré más adelante.
Carlomagno: Ninguna historia de la literatura quedaría completa si no se tuviese en cuenta a este notable rey, que si bien nunca se destacó por tener amplios conocimientos, si supo entender, en una época donde la educación no tenía aún ningún valor, que la instrucción de sus funcionarios, del clero y del pueblo era de una importancia trascendental si efectivamente quería lograr un cambio radical en las costumbres de la época. Esta sabia decisión tendría unos efectos que aún se sienten en nuestra civilización. Carlomagno crea en su corte de Aquisgrán una academia poética, un taller artístico y reúne a los mejores sabios de la época. Es más, desarrolla un programa cultural propio. Y aunque su política principal es la de formar administrativamente a sus funcionarios, la literatura latina tiene un destacado lugar en cuanto que se le ve como un modelo estilístico a emular. En su Academia se encontraba todo un círculo literario compuesto por eruditos y poetas, quienes llevaban a cabo, con cierta regularidad, sesiones literarias y concursos. Todo el programa cultural de Carlomagno estaba encaminado a dar una nueva vida a la Antigüedad. El medioevo no es una continuación de la antigüedad, sino que la redescubre de nuevo. Carlomagno es la prueba fehaciente de ello. Convierte el estudio de la Antigüedad en una experiencia cultural, ya que hace de esta experiencia una conquista cultural, o mejor la recuperación de algo perdido. Con esta experiencia se da inicio al nuevo hombre occidental. Por otra parte, ya en la época carolingia funcionaban los scriptorium, fundamentales para la organización que se haría posteriormente en los monasterios.
Los Monasterios: Una vez desaparecido el Imperio carolingio, la ciencia, el arte y la literatura ya no serían competencia de las cortes, sino de los monasterios. En sus bibliotecas, talleres y escritorios se realiza ahora todo el trabajo intelectual y manual de su tiempo. Al respecto Arnold Hauser dice lo siguiente:
"El gran mérito del movimiento monástico consistió en hacer que la producción del arte se realizara dentro del marco de talleres ordenados, con división del trabajo, y dirigidos más o menos racionalmente, y que para este trabajo fueran ganados también miembros de las clases superiores". (Historia Social de la literatura y del Arte. Arnold Hauser. Edit. Guadarrama. Primer tomo. Pág. 214)
Fue en los monasterios donde Occidente aprende a trabajar metódicamente, con una división clara de los oficios y con las horas claramente delimitadas para ello. Es en los monasterios donde se aprende la valoración del tiempo, donde se aprende a ahorrarlo y a dividirlo; se mide le paso del tiempo con el toque de las campanas. Quienes más se desatacaron por sus bibliotecas y scriptoria fueron los benedictinos. Los scriptoria, de los monasterios benedictinos, eran grandes salas destinadas al trabajo en comunidad. La labor de copistas y miniaturistas estaba delimitada por la competencia de los monjes en estos dos oficios. Los miniaturistas se conocían con el nombre de miniatore, los calígrafos hábiles eran los antiquarii, los ayudantes scriptore y los pintores de iniciales rubricatore. Pero no todos eran monjes, los había también laicos que trabajaban en sus casas o en los monasterios y a los que se les reconocía un modesto salario. Por otra parte los monasterios e erigieron en verdaderos centros del saber, ya que fueron fundamentales en la arquitectura, en la escultura, en la pintura, en la orfebrería, se tejían tapetes, se hilaba la seda, se hacían cerámicas y se fabricaba el vidrio. Es por ello que al lado de cada gran monasterio se erigía un pequeño poblado. La supervivencia del uno sin el otro hubiese sido a todas luces imposible.
Esta primera parte del trabajo estaría bastante incompleta si no nombrase al menos a los juglares y al rol que jugaron en la transmisión de los Cantares de Gesta. Estos cantares, como su nombre lo indica, surgen de una canción que va siendo reelaborada a medida que va siendo reinterpretada por diversos juglares, hasta convertirse en un poema épico de gran trascendencia literaria. Pero el juglar, fuera de poeta, debe practicar diversos oficios: la danza, la acrobacia, la música, debe ser payaso cuando la ocasión lo requiera, prestidigitador, domador de osos; en otras palabras se convierte en un bufón, en un hazmerreír para toda clase de público. Hauser dice al respecto que es a partir del medioevo que la figura del poeta nunca más se recuperaría, por siglos se le ha equiparado al vago, al charlatán, al mendigo, su figura se le ha situado entre las prostitutas, entre los hombres que están fuera de la ley y del orden. Para ello no es sino pensar en los poetas simbolistas, quienes fueron llamados por la sociedad de su época poetas malditos. Los juglares iban de pueblo en pueblos, de castillo en castillo, labrándose un escaso porvenir; más que porvenir era ganarse el pan de cada día.
II PARTE
NACIMIENTO DE LA LITERATURA COMO PROFESIÓN UNIVERSITARIA
TRABAJO HISTÓRICO
Hasta ahora nunca me había planteado cuando y como la literatura había comenzado a ser estudio de ese importante centro académico que surgiría en Francia hacia el siglo XII y donde se acuñaría la palabra universitas. La literatura y su quehacer, de una u otra forma siempre ha estado ligado a la docencia; es por ello que diría que es con la excelsa figura de Pedro Abelardo (1079-1142) que la literatura gana un papel muy importante en la Academia Universitaria.
Pedro Abelardo, maestro en todo el sentido de la palabra, y quien tenía que dar sus clases en lugares abiertos para que todos los alumnos tuviesen cabida, tal era la fama de buen profesor. Disertaba sobre temas filosóficos (principalmente religiosos). Incursionó en la literatura con su trabajo Historia de las desdichas de Abelardo, más conocida como Abelardo y Eloísa, esa extraordinaria historia de amor que vivió clandestinamente con una joven sobrina de un alto clérigo. Una vez embarazada se casarían también clandestinamente, pero posteriormente deberían separarse y vivir una vida monástica. El hijo de Eloísa sería apartado de su madre en el momento mismo de nacer y sólo lo vería de nuevo muchos años después, convertido en un monje de la orden que había fundado el mismo Abelardo. Traigo a colación esta historia, porque la literatura no puede nunca desligarse de la realidad, ya que son los trágicos momentos los que marcan a menudo el quehacer literario. No obstante estar encerrados cada uno en su respectiva orden monástica, Abelardo y Eloísa siempre intercambiarían una extensa correspondencia. Las cartas de Abelardo son mesuradas, invitan a la amada a una vida de reflexión, espiritualidad y ascetismo. Las cartas de Eloísa, en cambio, son apasionadas, en ellas ya se respira el espíritu de la lírica cortés, que sería tan importante en María de Francia.
La Literatura en el siglo XII y en la Academia:
El siglo XII es una etapa de esplendor y renovación literaria. Contemporáneo a Abelardo está Bernardo de Claraval (1091-1153), quien recoge toda la tradición patrística y sienta las bases del misticismo occidental, principalmente en su exposición del Cantar de los Cantares. Uno de sus discípulos, Guillermo de Saint-Tierry escribió un tratado sobre la Naturaleza del Amor, emulación cristiana del Arte de Amar de Ovidio. Pero la literatura, como materia propiamente dicha aún no se dictaba, ya que era la filosofía la que había ganado en status e importancia. No obstante no podía desconocerse la gran trascendencia que siempre había tenido. Yo diría que la literatura comienza verdaderamente a ser objeto de estudio en el momento en que se traducen a los clásicos en los monasterios anteriormente mencionados.
Posteriormente estaría la corte de Maria de Francia, donde la literatura tendría un papel de una trascendencia absoluta, y si bien la corte no es una universidad, si fue decisiva para el cultivo de las letras. Sin María de Francia es muy posible que el genio de Chrétien de Troyes no hubiese tenido eco, ni las leyendas del rey Arturo hubiesen pasado a la posteridad. La misma María, poseedora de una sólida cultura latina, leía y traducía a Ovidio. Es María de Francia quien escribe los lais, inspirados en la tradición celta que ya anticipaba la literatura cortés, a la que aludía anteriormente.
Otro de sus protegidos era su capellán Andrés, su obra es fundamentalmente mundana y cortés (canciones trovadorescas, artúricas y de corte erótico como las de Ovidio). Al igual que María de Francia no le gusta mucho la idea del matrimonio, la misma María se burla de los maridos celosos. Podríamos decir que en esta etapa la corte cumple con un papel universitario, en cuanto al apoyo y cultivo de las letras se refiere. En España sería Alfonso X El Sabio, quien apoyaría e impulsaría el estudio y la creación literaria. El mismo escribiría las Cántigas de amor y de Amigo e hizo una recopilación de poesía mariana.
Siglos más tarde, en la Baja Edad Media, la cultura ya no sería predominio de las cortes, una nueva clase habría de surgir: la burguesía.
A esta nueva clase pertenece un joven florentino llamado Dante Alighieri (1265-1321). En el siglo XIV se afianzan tres elementos dinamizadores de la economía: la banca, la industria y el comercio, los cuales no sólo dan origen a esta nueva clase, sino que le permite a la burguesía tener acceso a conocimientos que anteriormente sólo le estaban permitidos al clero y a la aristocracia. Se podría decir que la Baja Edad Media es en realidad el Prerrenacimiento. Es entonces cuando surge el insigne poeta Francesco Petrarca (1304-1374). A quien su padre, que era notario, le puso en las manos los libros de Cicerón, pensando que así Petrarca se inclinaría por el Derecho. Pero la literatura le ganó la partida, y con ella la humanidad, al contar con este poeta a uno de sus mejores exponentes. En 1313 nacía Boccaccio, su padre lo había destinado a la banca, pero nuevamente la literatura habría de ganar la partida. Ninguno de estos jóvenes asiste a la universidad, posiblemente porque aún la cátedra de literatura no existe.
Habría que esperar a que el bachiller Fernando de Rojas, como él mismo se denomina, aparezca en escena para que la universidad entre a jugar un papel definitivo sino en la enseñanza, al menos en el ejercicio de la literatura. Es en la Universidad de Salamanca, ciudad donde seguramente transcurre la acción de La Celestina, donde Fdo. de Rojas encuentra amigos que hablan con deleite de Plauto y Terencio. En las aulas de la Universidad de Salamanca se comentan sus obras con ingenio, inteligencia y sabiduría. La cátedra de literatura había nacido, ya que no hay que olvidar que el teatro es un género literario. Otros escritores como Juan del Encina y Lucas Fernández, también estaban vinculados a la misma Universidad.
III PARTE
ORÍGENES CIENTÍFICOS DE LA LITERATURA
TRABAJO EPISTEMOLÓGICO
Como se ha visto la literatura ha sido desde sus orígenes un medio de pensamiento, de reflexión, una forma de responder a innumerables preguntas en torno al ser humano, a su entorno… y es además, el origen del pensamiento religioso de todas las culturas y pueblos. Yo diría que la literatura, aún sin proponérselo, siempre ha indagado sobre lo que no conoce y sobre lo que conoce. Es decir siempre ha sido una herramienta científica en cuanto al proceso cognitivo se refiere.
Ya se ha aludido al papel que jugaron los monjes en el medioevo, puesto que sin la labor acuciosa que emprendieron en la traducción de los clásicos y en la preservación de sus obras en las bibliotecas monacales, es muy posible que todo ese saber antiguo hubiese desaparecido por completo de la memoria de la humanidad. Pero como debe buscarse una época donde este proceso haya comenzado a ser de cierta forma deliberado, yo diría que no es sino hasta Miguel de Cervantes Saavedra, que la literatura comienza a dar vueltas sobre si misma. Se convierte en objeto de su propio estudio.
Con Miguel de Cervantes Saavedra y con la parodia que quiso realizar de las novelas de caballería la literatura surge como un nuevo mecanismo de estudio, de reflexión y de recreación literaria. El mismo Rabelais, con Gargantúa y Pantagruel, insigne relato escrito 50 años antes que El Quijote, hace una parodia de las novelas de caballería y de toda la tradición celta en torno a la leyenda del Rey Arturo, de Merlín y de Morgana.
Pero es en el siglo XIX con la aparición de la novela realista que la literatura comienza indagar sobre la sociedad, se cuestiona el rol de la cerrada sociedad decimonónica, sobre el papel de la mujer en el matrimonio (Madame Bovary y la infidelidad). Con el Romanticismo la literatura comienza a indagar sobre su papel histórico, y es consciente de los cambios que lidera. Al respecto Arnold Hauser escribe:
"Sin la conciencia histórica del Romanticismo, sin la constante problematización del presente, que domina el mundo mental del Renacimiento, hubiera sido inconcebible todo el historicismo del siglo XIX, y con él una de las revoluciones más profundas en la historia del espíritu. La imagen del mundo hasta el Romanticismo era fundamentalmente estática, parmenídea y ahistórica, a pesar de Heráclito y de los Sofistas, del nominalismo de la Escolástica y del Naturalismo del Renacimiento, de la dinámica de la economía capitalista y del progreso de las ciencias históricas en el siglo XVIII… Sólo a partir de la Revolución y del Romanticismo, comenzó la naturaleza del hombre y de la sociedad a ser sentida como esencialmente evolucionista y dinámica. La idea de que nosotros y nuestra cultura estamos en un eterno fluir y en una lucha interminable, la idea de que nuestra vida espiritual es un proceso y tiene un carácter vital transitorio, es un descubrimiento del Romanticismo y representa su contribución más importante a la filosofía del presente". (Hauser, A. Op. Cit. Pág. 344-345).
El reconocimiento que el ser humano contemporáneo tiene actualmente, en cuanto a una especie de destino histórico, y que somos lo que somos por un determinado curso vital trazado por el pasado, es una conquista del Romanticismo.
Otro de los grandes aciertos del Romanticismo es el haber develado la existencia del "otro yo". Es aquí donde tiene lugar el desgarramiento del alma romántica: El ser humano comienza a realizar una introspección, una autoobservación metódica, se considera a si mismo como un extraño, un forastero dentro de su propio cuerpo. Descubre que dentro de su cuerpo habitan dos almas, que muy dentro de él hay demonios, pero también jueces… en otras palabras se adelanta casi un siglo a la llegada del psicoanálisis. Esa búsqueda de lo irracional será ampliamente desarrollada por los poetas malditos y posteriormente con el expresionismo alemán, en cuanto a movimientos pictóricos se refiere.
Otro de los grandes aciertos del Romanticismo fue la renovación del lenguaje. En los siglos anteriores, especialmente en Francia, se había llegado a un rebuscamiento y amaneramiento total y absoluto en la utilización del lenguaje. La expresión se destacaba por ser excesivamente alambicada y poco o nada natural. Los románticos se abandonan a la fuerza y poder del lenguaje, se dejan dominar por él, lo cual es considerado como un alto signo de genio artístico. Es en esta fuente creadora del lenguaje donde se podrían encontrar los antecedentes de la escritura automática del surrealismo.
Para terminar esta reflexión epistemológica sobre la literatura, diría que el Romanticismo contribuyó a la creación de un hombre y una mujer nuevos, que poco o nada tenían que ver con sus antecesores. Por otra parte no hay que olvidar que el Romanticismo es el primer movimiento eminentemente burgués. Es el triunfo absoluto de la burguesía sobre la aristocracia. Incluso para Goethe el ideal de vida es el burgués.
IV PARTE
ORÍGENES DEL QUEHACER LITERARIO EN AMÉRICA Y EN COLOMBIA
TRABAJO HISTÓRICO
Génesis de la literatura prehispánica:
"Haz que se yerga lo que me hace mujer,
consigue luego que mucho de veras se encienda.
Ven a unirte:
es mi alegría.
Dame al pequeñín,
El pilón de piedra
Que hace nacer la tierra".
Poesía Náhuatl
El ejercicio de la literatura siempre ha sido una constante de todos los pueblos, y América no podía ser una excepción. América, a la llegada de los españoles, poseía una literatura oral bastante elaborada, en ella se encuentran desde los mitos cosmogónicos propiamente dichos, pasando por las leyendas y cuentos. También existía una gran producción poética e incluso se conocía el teatro.
Dentro de los relatos cosmogónicos se destaca el Popul Vuh, relato mítico quiché, poseedor de una exuberante belleza, y que ha sido incluso denominado como La Biblia Americana, aunque esta denominación me parece que le resta importancia a tan excelsa producción literaria; como si los pueblos prehispánicos no tuviesen la suficiente capacidad creadora para lograr componer toda una obra mitológica.
En la literatura prehispánica pueden nombrarse las siguientes obras: El libro de los Libros del Chilám Balam, el Memorial de Sololá, Anales de los Cakchiqueles, la Poesía Quechua, Araucana y Náhuatl, La Visión de los Vencidos. Ese extraordinario relato sobre la visión que tuvo el pueblo azteca sobre Cortés. En cuanto a Colombia se refiere está La leyenda de Yurupary, de gran valor estético, fue transmitido oralmente hasta su recopilación en el siglo XIX.
La Literatura en la época de la Conquista:
Con la llegada de los españoles una nueva literatura habría de irrumpir en el continente americano: Los Cronistas de Indias. Estos narradores lo hacían por diversos motivos: Oficio pagado por la Corona, éstos serían los cronistas oficiales, pero también estaban los cronistas que deseaban plasmar por escrito el asombro, el deseo de narrar lo inenarrable, y también estaban los indígenas y…o mestizos que narraron el testimonio de su cruel e inhumana derrota (La Visión de los Vencidos).
El primer cronista que escribiría sobre el Mundus Novus sería Cristóbal Colón. Posteriormente estarían Hernán Cortés, López de Gómara y Fernán Díaz del Castillo. En una segunda etapa estaría Gonzalo Fernández de Oviedo y Fray Bartolomé de las Casas. En 1542 se publicaría la obra Naufragios de Alvar Nuñez Cabeza de Vaca. Pedro Cieza de León publica su Crónica del Perú.
Pero de todos estos cronistas hay uno que se destaca por ser el primero de ellos en aprender la lengua náhualt, me refiero a Fray Bernardino de Sahagún. Después de haber aprendido a hablar náhualt, les enseñó a escribir a los indígenas, en su propia lengua pero con el abecedario latino. Es así como logró que los ancianos escribieran parte de su extensa tradición oral. Este es el primer trabajo etnológico, lingüístico y de antropología cultural que se conoce en América. Posteriormente está el Padre José de Acosta, quien escribiría Historia Natural y Moral de las Indias.
Dentro de los cronistas indios podemos nombrar a: Hernando de Alvarado de Tezózomoc, con su obra Crónica Mexicayotl, editada en 1660. Fernando de Alva Ixtlilxóchitl, con su obra Historia Chichimeca.
VISIÓN DE LOS VENCIDOS:
Inicialmente escrita en lengua náhuatl por Angel Maria Garibay y compendiado y editado por Miguel León Portilla en 1967. En él se reúnen cantares indígenas y códices aztecas, recoge también los testimonios de los informantes de Sahagún, entre otros. A continuación transcribiré un poema que refleja el desgarramiento de los hombres ante un mundo que desaparecía irremediablemente ante sus ojos:
Los últimos días del sitio de Tenochitlán
En los caminos yacen dardos rotos,
Los cabellos están esparcidos.
Destechadas están las casas,
Enrojecidos tienen sus muros.
Gusanos pululan por calles y plazas,
y en las paredes están salpicados los sesos.
Rojas están las aguas, están como teñidas,
y cuando la bebimos,
es como si bebiéramos agua de salitre.
Golpeábamos, en tanto, los muros de adobe,
y era nuestra herencia una red de agujeros.
Con los escudos fue su resguardo,
Pero ni con escudos puede ser sostenida su soledad.
Posteriormente encontramos al Inca Garcilazo de la Vega (Perú), con su obra monumental Comentarios Reales; y a Alonso de Ercilla (Chile) con su obra La Araucana, enorme epopeya de los vencidos.
EL BARROCO EN AMÉRICA LATINA:
La influencia del barroco habría de sentirse con una fuerza inusitada en la arquitectura y en la literatura latinoamericana. Dentro de sus máximas figuras hay que mencionar, antes que a ninguna otra, a Sor Juana Inés de la Cruz (México, 1648-1695). Poseedora de una lírica excelsa, habría de optar por la vida religiosa, ante la imposibilidad de dedicarse pro entero a la literatura como laica.
En el caso colombiano se destacan dos eminentes autores: Juan Rodríguez Freile (1566-1640), con su obra El Carnero; y por supuesto la madre Francisca Josefa del Castillo y Guevara (1671-1742).
ELSIGLO XVIII:
En Colombia el siglo XVIII esta presente en el mundo de las letras con Francisco Antonio Vélez Ladrón de Guevara (1721-1781), con su Historia de la Literatura Colombiana. Primer esfuerzo por sistematizar la incipiente literatura de nuestro país, y donde el autor aprovecha para publicar varios de sus poemas.
El SIGLO XIX:
José Joaquín Fernández de Lizardi: (México, 1776-1827). Periodista y escritor de profesión. Su obra más importante es, sin duda, El Periquillo Sarniento. Una novela que recuerda solemnemente a la novela picaresca española.
Andrés Bello: (Venezuela, 1781-1865) Insigne figura latinoamericana. En él se conjugan diversas características que lo convierten en uno de los más importantes humanistas del habla castellana: Excelente jurista, sabio educador, periodista incansable, esteta, diplomático, lingüista, poeta y traductor de Victor Hugo.
PRESENCIA DEL ROMANTICISMO EN AMÉRICA LATINA:
Ya se ha aludido a la importancia que tuvo El Romanticismo en el quehacer literario y en la reflexión que hace de la literatura con respecto al ser humano y a su posición en el mundo. El Romanticismo no habría de ser ajeno a la intelectualidad del siglo XIX, haría presencia en Argentina y en Colombia. En argentina está José Mármol, con su obra Amalia y en Colombia encontramos a Jorge Isaacs, con su novela insigne La María.
En Cuba encontramos a Gertrudis Gómez de Avellaneda (1814-1873); y otro gran argentino: Esteban Echeverría; en Uruguay, Juan Zorrilla de San Martín. Colombia también tendría otros grandes exponentes: José Eusebio Caro (1817-1853) y Rafael Pombo.